Kilimanjaro "Pole, pole"

WHITEYYYY!!!!!!

"Pole,pole"!!!!!!! (lento=devagar, en swahili) nos decía todo el tiempo nuestro guía, "Whitey", durante los 6 días de subida. "Pole, pole", según Whitey, es el secreto para poder llegar a la cima de 5895mts. Y así fue, nuestro súper guía logró hacernos llegar al "techo de África" (como le dicen aquí) el 12 de oct a las 07:25 de la mañana a duras penas después de haber subido toda una noche.

En el Kilimanjaro hay tres tipos de personas:

1) guías y "porters" (cargadores): seres de otro planeta que resisten al frío y a la altura con 20kg de peso sobre la cabeza y que cada día salen desde el mismo punto de partida que uno una hora después y llegan al punto de encuentro una hora antes con el mejor de los buenos humores para dejar todo listo (carpa, comida, etc.) para cuando nosotros, apenas cargándonos a nosotros mismos lleguemos.

2) Suizos y franceses "superiores": europeos que practican alpinismo y trekking, entrenados para aguantar el esfuerzo físico con naturalidad sin importar edad ni sexo, con el mejor de los súper conjuntos "timberland old north face,etc" para turbinar la subida.

3) Los mortales "amateurs": seres sin ninguna preparación física que piensan que subir el Kilimanjaro es una cosa tranquila (entre ellos, nosotros, una simpática pareja de Barbados representando a centroamérica y otros más).

Ese es el mundo del Kilimanjaro, los turistas y su "tripulación". Se necesitaron 7 personas para llevarnos hasta la cima (4 porters, 1 cocinero, un guía asistente y Whitey).
La subida fue durísima, pero linda, el paisaje iba cambiando: bajo las nubes, el bosque, los líquenes, sobre las nubes, las piedras, el desierto, las otras montañas alrededor, el viento, el frío, la nieve, el mundo "de abajo".

Tuvimos días de sol radiante, de viento y nieve hasta los huesos, nos apunamos (=mal de altura), descansamos. Conversamos con nuestros amigos (porters y guías responsables por nuestra "sobrevivencia") y observamos el África de la montaña, tan diferente al de las jirafas y elefantes.
Ahora en tierra firme, mirando para atrás sólo pienso en tres "no":

- ¿Hubiera subido si realmente supiese lo difícil que iba a ser?: NO
- ¿Lo haría de nuevo?: NO
- ¿Me arrepiento de algo?: NO

Subir al Kilimanjaro para mí fue una especie de limpieza, paré de pensar y me llené de nuevas sensaciones inexplicables. Vi que desde 5985mts de altura el horizonte es redondo y que cuando amanece, el sol sale como un huevo frito entre las nubes (no pude sacar una foto de ese momento, mi cámara simplemente se "congeló", solo después súper Whitey logró hacerla funcionar).

Al subir el Kilimanjaro me di cuenta también que la fuerza física es tu mejor aliado, pero no el único y que la mente y la concentración pueden ser extremamente poderosas.

Durante esos seis d'ias hicimos un gran amigo, Whitey, quien no sólo nos guió, sino que nos cuidó con el corazón.

Ahora, los dos, con las piernas y poto molidos, estamos en Nairobi, mañana partimos por dos semanas a Madagascar y realmente no sabemos qué esperar, ni siquiera vimos la película..., pero estamos ansiosos, después les contamos cómo fue.

Besos y abrazos cariñosos para todos!!!!!