Terminamos África con Madagascar y algunas horas en el aeropuerto de Nairobi, con muchísimas ganas de volver más adelante, para seguir viendo su naturaleza de animales de cuento y su gente, que habla, camina y sonrríe con un ritmo especial que sólo ellos tienen.
Cruzamos de Nairobi en Kenya hacia Katmandú en Nepal, súper ansiosos por las nuevas aventuras que se nos venían y por encontrarnos con el Pato y la Ale (para los que no saben, el Pato y la Ale son amigos míos de Chile muy queridos, de los antiguos, los dos, compañeros de colegio), los que también venían recorriendo lugares diferentes hace algunos meses.
El encuentro fue increíble, ver dos caras conocidas y más aún las de ellos dos, nos dejó demasiado felices y el blablabla sobre todas las aventuras no paró más.
Cruzamos de Nairobi en Kenya hacia Katmandú en Nepal, súper ansiosos por las nuevas aventuras que se nos venían y por encontrarnos con el Pato y la Ale (para los que no saben, el Pato y la Ale son amigos míos de Chile muy queridos, de los antiguos, los dos, compañeros de colegio), los que también venían recorriendo lugares diferentes hace algunos meses.
El encuentro fue increíble, ver dos caras conocidas y más aún las de ellos dos, nos dejó demasiado felices y el blablabla sobre todas las aventuras no paró más.
El Patito, de mapa en mano, se convirtió en nuestro guía, el resto, nos entregamos y empezamos a seguirlo por las calles de Katmandú, una ciudad grande, antigua y desordenada, que hace que todos los sentidos funcionen, porque todo está pasando al mismo tiempo. Se ven los colores de las miles de tiendas que venden todo lo que uno se pueda imaginar, se escucha música, la gente y las bocinas de motos y bicicletas, se sienten los olores de inciensos, especias y comidas, se tocan pashminas (lanas) y telas y se come bien, muuuy bien!! Fuimos a un montón de templos, vimos gente rezando y trabajando, caminamos sin parar disfrutando de la compañía de los cuatro y conversamos y conversamos.
Salimos de Katmandú y fuimos a un pueblito en las montañas, Bandipur, "un verdadero tesoro nacional", como lo describe nuestra guía de viaje, un lugar parado en el tiempo. Vimos su arquitectura linda, disfrutamos de las vistas, aprendimos cómo se hace la seda, conocimos su gente hospitalaria y aprovechamos su tranquilidad.
Después partimos, felices en el techo de un bus local, a Pokhara, ciudad tranquila y con lago y base de la mayoría de los trekkings de Nepal. Ahí celebramos el cumpleaños de la Ale maltratándonos con una comida "más elegante" y paseamos por miradores y en bici, pudiendo ver, cuando las nubes nos dejaban, la forma inmensa de los Anapurnas (montañas que hacen parte de los Himalayas).
Estar con la Ale y el Pato nos hizo más felices aún en este viaje, son una compañía extremamente disfrutable y cariñosísimos (muchos de los que están leyendo este texto saben de lo que estoy hablando). Pero nos tuvimos que despedir y los dejamos partir a la India de donde tomaron el avión de vuelta a Chile....
Ale y Pato, suerte con la nueva vida en Chilito, fue un verdadero placer estar con ustedes, en pocos meses seguimos los partidos de cartas, nuestras conversas y paseando juntos "Namaste!!!!"
Besos a todos
Maca
3 comentários:
Me gustan cada vez mas los lugares... Nepal me da la sensación de un lugar de mucha paz, con una cultura muy rica y de hace muchos miles de años, me gustan los colores, als caras de la gente y seguro que me gustaría la comida. Que rico verlos con la Ale y el Pato, es demasiado importante en un viaje TAN FUERTE encontrar amigos en el camino, esos amigos de siempre.
Ahi los sigo.....besos desde el cielo de Quito
Julita
Amigos,
ojala tenga un día la suerte conocer a estos amigos suyos, visitándoles a Chile. Deben seguramente ser como ustedes dos: espectaculares! Mientras tanto, sigo "beber", literalmente, lo que nos escriben.
Mucho cariño,
Elaine
ps: me gustan tanto los elefantes como las jirafas, Macareneneninha! Jijiji! Un besote!
Hola, somos una pareja que en 2007 conocimos a Pato y Ale en Euskal Herria (pais Vasco). Nos llamamos Aitor y Andere. Yo, Andere, estuve trabajando con Alé en un restaurante, y pasamos algunos momentos buenos. Fue lo mejor de estar en aquel trabajo. Luego se fueron y no nos dejamos las direcciones de correo ni nada. En un año ésta página es lo único que he encontrado sobre ellos, y me gustaría poder contactar con ellos. Ale, Pato, si leéis estas lineas, escribidme a anderetxu@hotmail.com. Un beso muy grande a los dos y muchos buenos deseos para vosotros. Nos acordamos mucho de los dos. Un beso grande grande. Agur eta ikusi arte. Andere eta Aitor.
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